martes, 26 de octubre de 2010

Lucas 13,22-30. MIércoles 27 de octubre

Evangelio :
Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén.
Una persona le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?". El respondió:
"Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán.
En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Y él les responderá: 'No sé de dónde son ustedes'.
Entonces comenzarán a decir: 'Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas'.
Pero él les dirá: 'No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!'.
Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera.
Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios.
Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos".


EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

ESTE EVANGELIO ME RECUERDA ESTE POEMA DE TAGORE:


Oh, loco, soberbiamente embriagado!
Si de un puntapié abres tus puertas y haces de bufón en público;
si vacías tus bolsillos en una noche, y haces una higa a la prudencia;
si caminas por senderos extraños y juegas con cosas inútiles;
si obras sin ton ni son;
si desplegando tus velas en la tormenta partes el dos el gobernalle,
Entonces te seguiré, camarada, me embriagaré y me arruinaré contigo.

He perdido mis días y mis noches en compañía de tranquilos y sabios vecinos.
El mucho saber ha encanecido mi pelo, y ha cegado mi vista el mucho velar.
Durante años recogí y amontoné sobras y fragmentos de cosas.
Las pisoteo y bailo encima, y las avento a todos los vientos.
Porque sé que la suprema sabiduría es estar borracho y arruinado.

Deja que todos los falsos escrúpulos se disipen, dejame desesperadamente extraviar mi camino.
Deja que una ráfaga de salvaje vértigo llegue y me barra lejos de mis anclas.
El mundo está poblado de hombres estimables, laboriosos, útiles, inteligentes.
Hay hombres que con facilidad son los primeros, y hombres que decentemente ocupan el segundo puesto.
Déjalos ser fáciles y prosperar, y déjame a mi ser neciamente inútil.
Porque sé que ése es el fin de todos los trabajos; estar borracho y arruinado.

Juro desde este momento renunciar a toda pretensión a las filas de la decencia.
Abandono mi juicio de saber y el juicio de lo bueno y de lo malo.
Hago pedazos la nave del recuerdo, dispensando hasta la última gota de las lágrimas.
Con la espuma del vino rojo de las bayas bañaré e iluminaré mi risa.
Por ahora rasgaré en jirones la bandera de lo educado y de lo serio.
Hago juramento sagrado de ser despreciable, de estar borracho y arruinado.

ASÍ ES QUE P´ALANTE, SIN CEDER A LA PUTA REALIDAD....

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