viernes, 11 de febrero de 2011

Sábado 12 de febrero. Mc 8,1-0

EVANGELIO
En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y algunos han venido de lejos". Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo se podría conseguir pan en este lugar desierto para darles de comer?". El les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes?". Ellos respondieron: "Siete". Entonces él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo, después tomó los siete panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. Ellos los repartieron entre la multitud. Tenían, además, unos cuantos pescados pequeños, y después de pronunciar la bendición sobre ellos, mandó que también los repartieran. Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas con lo que había sobrado. Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los despidió. En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la región de Dalmanuta.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Y todavía hoy nos sigue alimentado, nos sigue dando de comer y nos permite saciarnos, y no precisamente de comida, sino de mensaje, de enseñanza, de buena noticia, de utopía…creo que en este momento en que vivimos nos encontramos más necesitados de alimentos de vida interior, que de pan y jamón de jabugo…queremos que nos orienten, que nos guíen, que sacien nuestro afán de conocer y decidir…y experto, el mejor en esto es El. Con su ejemplo hecho vida, nos da la lección más bonita del mundo: con sus gestos y detalles, con sus caricias y su ternura, con su comprensión y misericordia nos sigue alimentando, sigue siendo el espejo en quien mirarnos, el amigo en quien apoyarnos, el verdadero maestro de quien aprender y mejorar. Solo nos queda seguirle, quizás desde lejos, pero en el fondo seguirle. Fe inquebrantable, amor sin miedo y vivir sin vergüenza. Gracias Jesús por poner el mundo patas arriba…aunque para muchos fueras un loco, comilón y borracho…

2 comentarios:

  1. Yo de hoy saco que hay para todos y hasta sobra, la cuestión es repartir, pero amigos eso es mas dificil de lo que en principio parece..........Un abrazo, Ventura.

    ResponderEliminar
  2. y claro mientras tanto no se cuantos cada minuto siguen muriendo de hambre en el mundo. Ventura

    ResponderEliminar