jn 15:12-17. Viernes 27 de mayo

EVANGELIO:
________________________________________
Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado.
Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.
Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Estoy seguro que la mayor fortuna de esta vida es tener un amigo que de la vida por ti. Pero Jesús dice que nadie sabe amar mejor, ni más auténtico, que aquel que da la vida por sus amigos.

Dos amigos atravesaban un bosque, cuando un oso hambriento les salió al encuentro. Entonces uno de los dos amigos huyó rápido, sin preocuparse del otro.
El otro, para salvarse, no encontró fórmula mejor que tirarse al suelo, inmóvil, como si estuviera muerto. Llegó el oso, le chupó durante un buen rato y, creyéndole muerto, se fue.
El amigo que había subido al árbol, todavía temblando, preguntó: Cuando el oso se ha acercado, parecía que te estaba hablando. ¿Qué te ha dicho?
Me ha dicho una sola cosa: No te fíes de los amigos como tú.
Es un amor incondicional; quien a amado alguna persona con este amor, sabe muy bien que esa experiencia es realmente la vida; no hay nada más importante.

Por eso en la Iglesia de hoy como en la de los primeros siglos hay; jerarcas, doctores, devotos, sacerdotes, escribas, etc... pero: ¿ Hay testigos? Testigos de amor… Porque necesitamos testigos capaces de contagiar el verdadero rostro de Dios. ¿ Hay quién de la vida por sus amigos? Que sean capaces de reproducir en sus vidas el amor de Cristo. Hay testigos que sólo piensen en servir, no en servirse. Es lo único imprescindible; testigos de resurrección capaces por amor de dar la vida por los amigos.

Y yo se que esta clase de gente: … pues que no hay mucha. P´alante