jueves, 5 de mayo de 2011

Jn 6;1-15.Viernes 6 de mayo

EVANGELIO:
Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades,

y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos.

Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos.

Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos.

Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos?»

Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer.

Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco.»

Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro:

«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»

Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente.» Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos 5.000.

Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron.

Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda.»

Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.

Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo.»

Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

“¿qué es esto para tantos?” Siempre me ha gustado esa pregunta ( Se la he escuchado a tandos profetas de desventuras y optimistas de brazos cruzados). Cinco panes para cinco mil hombres; es una historia muy repetida, como también lo es que en algún otro sitio cinco hombres tengan más de cinco mil panes. Quizás el milagro no sea tanto al multiplicación de los panes, sino que un muchacho tenga la suficiente confianza y el suficiente desprendimiento como para ser solidario y entregar lo poco que el tenía para si mismo. No dio lo que le sobraba, lo entrego todo. Mientras no nos eduquemos para compartir, como mucho llegaremos a tranquilizar con engaño nuestra conciencia, pero continuará faltando pan.
No es que sea muy novedoso el tener una muchedumbre necesitada de alimento, en el desierto y con hambre ( en pleno siglo XXI) . Los mismos cincos panes y dos peces, son símbolo de penuria y escasez, como todo lo que rodeaba al grupo de Jesús. La mayoría de la humanidad sigue en la misma situación.
Quizás todos tengamos cinco panes, o cinco gotas de muchas cosas: cinco gotas de consuelo, cinco gotas de alegría, cinco gotas de amor, cinco gotas de paz, cinco gotas de compromiso, cinco gotas amistad.... y la ilógica del evangelio sólo necesita a alguien suficientemente arriesgado que empiece a compartirlas.
Ahora que están baratos los milagros y de moda…. El verdadero milagro lo hace un niño, con manos generosas. P´alante siempre

1 comentario:

  1. Voy a dejar esta frase/pregunta que recibí hace unos dias para la reflexión:

    ¿Los pobres serían lo que son, si nosotros fuéramos lo que debiéramos ser?

    Buen fin de semana a todos, Ventura

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