lunes, 30 de mayo de 2011

Martes 31 de mayo, Lc 1,39-56

EVANGELIO

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre".
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

La actitud solidaria y comprometida de Maria es la actitud que busca la fusca de la vida…dice el Evangelio que “partió y fue sin demora”…no se lo pensó, no hizo cálculos, no miro los pros y contras, simplemente se puso en camino…así debe ser…cuando se nos necesita sea donde sea y como sea no valen miramientos ni parafernalias, debemos ponernos en camino y tender nuestra mano. Y no solo cuando nos necesiten sino también cuando veamos que en los sitios donde estamos no lo estamos en plenitud, no estamos a gusto, no podemos realizarnos al completo…ahí también hay que ponerse en camino y buscar nuevos horizontes donde contemplar el ocaso. Para poder hacer esto, la fusca de la vida, apuesta por vivir ligeros de equipaje y con la actitud permanente del que está de paso y por eso no tiene mucho que perder, pero si mucho que ganar…pongámonos pues en camino y tratemos de cumplir nuestros sueños y proyectos…

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