Lunes 2 de abril. Jn 12,1-11

EVANGELIO

Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado.
Allí le prepararon una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales.
María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume.
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo:
"¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?".
Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.
Jesús le respondió: "Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura.
A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre".
Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado.
Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro,
porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús, a causa de él.

EL EVANGELIO NO ES SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Antes de que llegaran las horas de su asesinato, las horas de la entrega y la muerte en cruz por subversivo...antes que estas, llega la hora de la amistad. Lo vemos en este evangelio. La escena es la de una comida entre amigos, a Jesús le preparan la cena, Marta servía y su amigo Lázaro estaba a la mesa. No hay nada mejor que brindar con y por los amigos de verdad...es hacer visible la alegría del que se sabe acompañado y agusto en esa compañía. Mientras otros le preparaban el patíbulo, Marta, María y Lázaro le prepararan la cena para disfrutar de la vida. En ese momento, y ante el asombro del ínclito Judas, que solo se preocupaba de amasar riquezas, como algunos eclesiásticos de nuestro entorno (se acuerdan de gescartera???)...María perfuma a Jesús con un ungüento que costaba mucho dinero. Jesús sale en su defensa y hace un anuncio en la sombra que no se nos debe pasar: "Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura". María, por tanto, anticipa aquí los gestos que no podrá tener cuando Jesús muera, no los podrá tener porque aunque para un judío la unción del cadáver era un ritual sagrado, cuando Jesús muera, el sábado de Pascua ya habrá comenzado y no se puede hacer....y el Domingo, él ya habrá resucitado. Es, por tanto, un anuncio de lo que va a acontecer y por eso no sale en su defensa ante la recriminación de Judas. Y, por último, Jesús deja claro que su ausencia física, que va a ser inminente, va a dejar un gran vacío en los otros...hoy, es momento de seguir buscándole para que ese abismo de silencio y de vacío quede mitigado por el encuentro con los otros cristos rotos de la historia. Palante.