jueves, 7 de marzo de 2013

Lucas 15: 1 - 3, 11 - 32. SÁBDO Y DOMINGO 9 DE MARZO

EVANGELIO

Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle,

y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos.»

Entonces les dijo esta parábola.

Dijo: «Un hombre tenía dos hijos;

y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.

Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino.

«Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad.

Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos.

Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba.

Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre!

Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti.

Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros."

Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente.

El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo."

Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies.

Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta,

porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta.

«Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas;

y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.

El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano."

El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba.

Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos;

y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!"

«Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo;

pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."»


EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
El hijo pequeño: pertenece al prototipo de los marginados, de los descreídos. Lo más importante es que fuese capaz de ponerse en camino; no se queda en justificaciones absurdas o meros deseos, echa andar hacia la casa del padre.

El hermano mayor: es el prototipo de hombre religioso, observante, que ha perdido la capacidad de hacer fiesta. ( ¡¡ que drama cuando el hombre pierde la capacidad de hacer fiesta!!). representa a creyentes de obligado cumplimiento pero de raquítico corazón. Son los que señalan con el dedo, juzgan y condenan... que convierten la religión en un geto de donde hay que echar a los malos.
Este hijo demasiado ocupado en observar mandatos, cumplir la ley al pie de la letra, olvida como amar. No sabe lo que significa ser hijo.
Es el hombre calculadora; frío y sin entrañas, el hombre de justicia, cumple pero no ama, acumula méritos y exige la paga a Dios.

Y el Padre: Dios ama y sabe perdonar sin condiciones, no recrimina, no humilla al hijo, intenta facilitar la vuelta, para perdonar no hay que cumplir una serie de protocolos. Hay perdón porque hay amor ( punto). Dios es ternura y es celebrativo. el hijo se gastó el dinero con amigotes, sinvergüenzas y pecadores.... el Padre también lo hizo, con este hijo que era un sinvergüenza.
Nada supera el amor, el amor lo supera todo.
ESTOY SEGURO QUE EL HIJO MENOR AL POCO TIEMPO VOLVIÓ A PEDIR LA HERENCIA ( JAJAJAJAJA) QUE FUSQUILLA….P´ALANTE

1 comentario:

  1. Deja la Curia, Pedro,
    Desmonta el sanedrín y las murallas,
    Ordena que todos los pergaminos impecables sean alterados
    por las palabras de vida y amor.
    Vamos al jardín de las plantaciones de banana,
    revestidos y de noche, a cualquier riesgo,
    que allí el Maestro suda la sangre de los pobres.
    La túnica / ropa es esta humilde carne desfigurada,
    tantos gritos de niños sin respuesta,
    y memoria bordada de los muertos anónimos.
    Legión de mercenarios acosan la frontera de la aurora naciente
    y César os bendice a partir de su arrogancia.
    En el barreño bien preparado, Pilato se lava, legalista y cobarde.
    El pueblo es apenas una "resto", un resto de esperanza.
    No lo dejes solo entre los guardias y príncipes.
    Es hora de sudar con Su agonía,
    Es hora de beber el cáliz de los pobres
    y levantar la Cruz, desnuda de certezas,
    y abortar la construcción-ley y sello-del túmulo romano,
    Y hacer que amanezca la Pascua.
    Diles, dinos a todos
    que sigue en vigor indestructible,
    la gruta de Belén, las bienaventuranzas
    y el juramento de amor en alimento.
    No te preocupes más!
    Como la amas a él,
    quiérenos a nosotros,
    simplemente, de igual a igual, hermano.
    Danos, con tus sonrisas, sus nuevas lágrimas,
    el pescado de la alegría, el pan de la palabra,
    las rosas de las brasas ...

    ... La claridad del horizonte libre,
    el mar de Galilea, ecuménicamente abierto al mundo.

    Poema que Pedro Casadàliga ha hecho llegar a los cardenales reunidos en Roma para preparar el cónclave.

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