Mateo 5: 17 - 19. MIÉRCOLES 6 DE FEBRERO

EVANGELIO
«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.
Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

La autoridad de Jesús frente a la ley.

Jesús se presenta como el único que puede interpretar legítimamente la ley de Moisés. Tiene la audacia de ponerse frente a esa ley (mandamientos) es una autoridad distinta de la de Moisés.

Es la defensa de la Verdad, aunque tiemble la tierra, aunque todo se desmorone, la Verdad siempre se mantiene, será siempre actual y valiosa, nadie puede manipular ni esconder, ni cambiar la Verdad.

Jesús murió creyendo hasta el final en el amor del Padre y en el perdón de los hombres, en al amor al prójimo como entrega verdadera, una Verdad, una alianza sellada con sangre. Quien se atreve a contarnos “historias baratas” y “manipulaciones absurdas” para beneficio propio apoyándose en la palabra y los profetas. Intentan abolir la ley de la Palabra para imponer su ley y sus caprichosos.

Hombre libre frente a todo y frente a todos.

Hombre libre frente a sus familiares.

Frente al círculo de sus amigos.

Libre para criticar a los escribas (especialistas de la ley)

Libertad total frente a la posición social ejercida por las clases dominantes.

Libre frente al poder político.

Libre frente al poder Romano.

Libre frente a la riqueza.

Libre frente al sanedrín.

Libre frente a las tradiciones de los antiguos.

Libre frente a los ritos, la liturgia.

Así creemos y así vivimos. P´alante.