|
|
También decía: «El Reino de Dios es como un hombre que
echa el grano en la tierra;
|
|
duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y
crece, sin que él sepa cómo.
|
|
La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego
espiga, después trigo abundante en la espiga.
|
|
Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz,
porque ha llegado la siega.»
|
|
Decía también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios o
con qué parábola lo expondremos?
|
|
Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la
tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra;
|
|
pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las
hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su
sombra.»
|
|
Y les anunciaba
|
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA.
El Evangelio nos regala cuatro
parábolas del reino: trigo y cizaña (que nos transmite sólo Mateo), grano de
mostaza (los tres sinópticos), levadura (Mateo y Lucas) y el grano que germina
solo (Marcos). Con ellas intentan los evangelistas explicarnos a los creyentes
de todos los tiempos y lugares la situación constante de la humanidad. Parece
que el mensaje evangélico no consigue eliminar el mal del mundo y que el
triunfo de Jesús no se hace presente por ninguna parte. El número de verdaderos
seguidores es insignificante y su influjo cada vez más reducido.
Hoy sólo quisiera hablar de
la paciencia porque me da la sensación de que está triunfando en nuestro mundo
la actividad y la impaciencia. Y eso para el reino de Dios no es teología
acertada…. Aunque no es fácil tomarse los tiempos presentes con paciencia…
malos tiempos para la lírica.
El
Reino de Dios es un "fermento de humanidad" y crece en cualquier
rincón oscuro del mundo donde se ama al hombre y donde se lucha por una
humanidad más digna. Al Reino de Dios le abriremos camino dejando que la fuerza
del evangelio "fermente" nuestro estilo de vivir, de amar, trabajar,
disfrutar, luchar y ser. P´alante
No hay comentarios:
Publicar un comentario