EVANGELIO:
Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde
él.
Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos
a predicar con poder de expulsar los demonios. Instituyó a los Doce y puso a
Simón el nombre de Pedro;
a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a
quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés,
Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y
Judas Iscariote, el mismo que le entregó.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
El seguimiento implica movimiento, cercanía, si no nos
movemos no estamos cerca de Jesús.
El enemigo de levantarse es el inmovilismo, entre los
cristianos se da un tipo de personas que creen saberlo todo, y juzgan todo con
ideas de hace 20 años o 100 años atrás, sin darse cuenta de que los signos de
los tiempos cambian, nos apremian, nos alertan,.... que la llamada de Dios
exige estar atentos.
Seguir:
Para buscar lo esencial, para ser profetas: anunciar y
denunciar, implica renunciar, convertirse cada día.
Si buscamos la libertad de poder caminar del lado de Jesús:
no dejes que a tu corazón lo compre el dinero, no quites a nadie su libertad,
no utilices la amenaza, no defiendas al opresor, no abuséis de nadie, y si
tienes poder y fuerza ponlo al servicio del pobre. El peor pecado es hacer
sufrir a alguien, hacer sufrir a quien camina con sencillez, a veces pobre y
desvalido…. Donde están puestos los nombres de los discípulos, pongamos los
nuestros, y veamos si tenemos el valor y coraje de dejarlo todo y seguirle…..
"Llevame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten mis ganas de vivir. Donde falte la esperanza, donde falte la alegria, simplemente por no saber de ti..."
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