domingo, 25 de enero de 2009

Lunes 26 de enero. Lc 10, 1-9

Evangelio:

En aquel tiempo escogió también el Señor a otros setenta y dos y los mando delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir. Les dijo: “ Ciertamente la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por eso, pedidle al Dueño de la mies que mande obreros a recogerla. Andad y ved que os envío como a corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni monedero, ni sandalias, y no os detengáis a saludar a nadie en el camino. Cuando entréis en una casa, saludad primero diciendo: Paz a esta casa” si en ella hay gente de paz, vuestro deseo de paz se cumplirá; si no, no se cumplirá. Y quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, pues el obrero tiene derecho a su salario. No andéis de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde os reciban bien, comed lo que os ofrezcan; y sanad a los enfermos del lugar y decidles: “ El reino de Dios ya está cerca de vosotros”.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Estamos en la semana donde en muchos colegios, comunidades y parroquias vamos a rezar por la PAZ MUNDIAL. Hoy Jesús manda a sus discípulos, como en aquel tiempo, a atender a los pobres y poniendo paz en cualquier lugar del mundo. No hay mucha preocupación por las comodidades materiales, más bien la preocupación se centra en la mochila de la paz, la sensibilidad y el alivio del sufrimiento de los que más lo necesiten. Parece que las provisiones que normalmente cargamos en la mochila de la vida son un estorbo para anunciar ese mensaje de vida y justicia que viene de Nazareth.
Nadie dijo que fuera fácil: como cordero entre lobos. Más bien parece que es misión imposible. Esto me lleva a pensar que Jesús no montó una ONG, ni una empresa de servicios sociales, para él lo importante no es la eficacia sino la solidaridad y por eso el camino del discípulo debería ser:
- incondicional y sin límites
- servicio pleno a la misión
- sabiendo que el destino puede ser la cruz ( el mismo que tuvo Él)
El destino de Jesús no suele ser el mismo que el de los cristianos. ( ¿ Falta autenticidad?)

1 comentario:

  1. sin embargo, otras veces, sí q los cristianos corren la misma suerte o viven el mismo destino que el de Jesús. Pensemos en tantas iniciativas de paz que vienen de cristianos que viven en países en guerra: en el conflicto pasado de Ruanda y Burundi los maristas q perdieron su vida, los cristianos de Egipto o en la guerra horrible de Los Balcanes...sólo nos queda ser coherentes y llevar paz en cada situación cotidiana...

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