jueves, 10 de septiembre de 2009

VIERNES, 11 DE SEPTIEMBRE. Lucas 6, 39-42

EVANGELIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola: -« ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es más que su maestro, sí bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, déjame que te saque la mota del ojo", sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Continuamos con el evangelio de la radicalidad y la coherencia. Volviendo sobre los versículos de ayer he comprendido cuánto me falta, para ser auténtica. “Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada”. Se nos llena la boca de buenas palabras y hasta nos atrevemos a decir a los demás lo que deberían hacer, tenemos incluso el atrevimiento de ponernos nosotros como ejemplo. Sin embargo, si nos vemos en alguna situación parecida a la que nos presenta Jesús en el evangelio, “no damos la talla”. Seguimos “prestando” sólo a nuestros amigos, seguimos retirando el saludo a los que nos ofenden o insultan, seguimos juzgando y creyéndonos mejores, seguimos…
Bueno, es verdad todo esto, pero aunque Jesús sea tan claro, y sus palabras nos digan cómo actuar, su presencia entre nosotros nos da la posibilidad de volver a empezar cada día con la certeza de que Él está a nuestro lado y nos ayuda a vivir como vivió Él.

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