martes, 13 de abril de 2010

Juan 3: 16 - 21 . MIércoles 14 de abril

EVANGELIO:

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que creee en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.
Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.
Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Solo juzgan los que no aman:

- cómo vamos a ser capaz de dar misericordia, si nunca hemos ejercitado la compasión, si nunca hemos llorado con el amigo.
- Cómo vamos a pasar por esta vida haciendo el bien; curando los dolores de los hermanos y llevando libertad a los oprimidos; si nuestra mano nunca ha temblado con el dolor del hermano.
- Cómo vas a ser esperanza para el mundo, sino has conocido de cerca la amargura de los que viven crucificados.
- Cómo vas amar, si jamás has estado enamorado, porque estás demasiado ocupado en abrazar la seguridad del amor propio.

Cuando ames de verdad, aprenderás que aquí sólo juzga Dios, el resto no tenemos ni potestad ni capacidad. Hoy, una vez más, la fusca apuesta por la LUZ.

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