domingo, 4 de abril de 2010

Lunes 5 de abril. Mt 28,8-15

EVANGELIO
En aquel tiempo, las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos. De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: "Alégrense". Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él. Y Jesús les dijo: "No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán". Mientras ellas se alejaban, algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos sacerdotes todo lo que había sucedido. Estos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero, con esta consigna: "Digan así: 'Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos'. Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitarles a ustedes cualquier contratiempo". Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Retomamos la "calma" en nuestro blog tras el parón que nos ha brindado esta semana santa en la cual hemos podido rememorar y celebrar los acontecimientos que marcan la vida del cristiano y que se resumen en la esperada resurrección. En un mundo en el que todo ha de ser renovado y cambiado, en el que se nos invita a renovar nuestro coche, nuestro vestuario, nuestros lugares de vacaciones, en definitiva el slogan famoso del renovarse o morir, hoy, en esta estrenada Pascua, la resurrección del hijo del carpintero nos invita a renovarnos, a resucitar, que no es otra cosa que morir a aquellas actitudes que no nos dejan ser fieles y auténticos con nuestros principios. Resucitar en desterrar las miserias de nuestro corazón, es dejar lugar a la esperanza y al cambio, es vivir, como se nos recuerda hoy, alegres, y es que no hay lugar para las caras de tristeza, los gestos de angustia y depresión, Jesús, está con nosotros y estamos alegres, esa es la clave de la renovación, hacerla desde la alegría de sabernos queridos, amados y abrazados, y todo ello en mayor medida cuánto más errores cometemos. La resurreción pone el mundo patas arriba, la tortilla del revés...felicidades y que la alegría marque nuestra vida hoy y siempre. Ánimo.

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