domingo, 12 de diciembre de 2010

Mateo (21,23-27):Lunes 13 de diciembre

Evangelio
En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»
Jesús les replicó: «Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?»
Ellos se pusieron a deliberar: «Si decimos "del cielo", nos dirá: "¿Por qué no le habéis creído?" Si le decimos "de los hombres", tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta.»
Y respondieron a Jesús: «No sabemos.»
Él, por su parte, les dijo: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Jesucristo es la mano que Dios tiende. Nosotros sus discípulos tenemos la misión de continuar siendo la mano de Dios y acercarla a todo ser humano necesitado de fuerza, apoyo, compañía y protección.
Quieren una respuesta clara para poder juzgarlo, no interesa su persona, tampoco su mensaje, ni su misión, quieren condenarlo cuanto antes.
Dice el proverbio: si alguien te señala la luna, es de idiotas quedarse mirando el dedo. Juan señala a Jesús.
Lo que se hace a cada persona se hace con Dios. Estamos tan cerca de Dios como lo estamos del que nos cansa, del que exige nuestra atención, del que está solo: del prójimo. Cada ser humano es Dios al alcance de nuestra mano y de nuestro corazón.
P´alante amigos

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