sábado, 4 de diciembre de 2010

PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO
Sábado, 4 de diciembre de 2010. Mateo, 9,35-38.10,1.6-8.

Evangelio

Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha." Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia. Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

"El Reino de Dios ya está entre nosotros. Sus signos son claros ", decíamos el otro día. Hoy a la luz del evangelio del sábado volvemos a recordarlo. El tiempo de Dios es este, ahora. Porque es el tiempo de la compasión, del "padecer con", del ponerte en el lugar del otro y de compartir con él sus alegrías y sufrimientos. Podemos vivir así porque hemos recibido "gratis"el don de poder hacerlo. Y hoy, como ayer, Jesús nos vuelve a enviar a " proclamar que el reino de los cielos está cerca". Él está cerca y nos salva.

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