"El Señor te bendiga y te proteja,
ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor.
El Señor se fije en ti y te conceda la paz"
(Libro de Los Números 6, 25-26)
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Amigos
de la fusca, si ayer os invitamos a tener presencia en este nuevo día a día que
comenzamos, hoy queremos presentaros la primera lectura del año; bendecir es
una palabra eficaz, que revela generosidad y es una promesa irrevocable. Es
desear bien, venga de Dios o de cualquier hombre.
La fusca tiene la oportunidad de
leer el Evangelio como normalmente no se hace, el Evangelio se ha convertido en
un problema para los políticos que inconscientemente ponen la mano encima y
juran sobre él, para la
Iglesia que últimamente no sabe como justificarle, para reyes
– yernos- y monarcas que se creen que todo vale en la vida, … amigos el
Evangelio coloca a cada uno en su sitio… Pero quien se atreve a leer el
Evangelio con la valentía de sentirse discípulo de Jesús de
Nazareth, sabe que no debe detenerse ante la idea de que el mundo año
tras año parece estar semipodrido, más bien buscará el encuentro con el
prójimo descubriendo los miles y diferentes rostros de Dios, sabe que el
esfuerzo por proclamar este mensaje de amor es la sal que da vida a este planeta, por eso hay tanta gente
noble, hay tantos voluntarios que viven su vida desinteresados, tantas
estrellas que se desgastan por los demás. Tenemos un año donde la esperanza nos
debe mover en miles direcciones distintas donde escuchemos la voz del hermano
que nos llama. Ese será nuestro encuentro, que se convierte en verdadero
sacramento.
El
tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que tienen miedo,
muy largo para los que se lamentan, muy corto para los que festejan. Pero, para
los que aman, el tiempo es eternidad. P´alante
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