Martes 10 de enero. Mc 1,21b-28

EVANGELIO

Entraron en Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar.
Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar:
"¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios".
Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre".
El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre.
Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!".
Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Metidos ya de lleno en el nuevo años que siempre es motivo de alegría, por lo menos, de que algo mejorará la vida para los que han dejado de vivirla y han pasado a sobrevivirla...en nuestra mano también está el hacerla lo más fácil y mejor posible...

Y hoy el Evangelio nos habla de la autoridad de Jesús...y no nos cansaremos de repetir que esta autoridad no es como la entendemos nosotros hoy en día....su autoridad no viene de muchos votos en unas urnas que huelen a recortes de los mismos y para los mismos...su autoridad no viene porque sea hijo de Dios, o venga del linaje de David...su autoridad no viene porque sea alto, guapo y formal, no, no, no....la autoridad de Jesús nace de su coherencia radical y tumbativa entre lo que dice y lo que hace, no se le pilla en una...es un hombre a carta cabal y la gente no puede por menos que creerle y seguirle con pasión...

Jesús nos abre los ojos, no hace falta ser investido del color púrpura de los del cucurucho episcopal, ni predicar desde el púlpito las normas éticas que no cumple el que las vocifera....simple y llanamente se nos exige esa coherencia de vida que fue su mayor bandera...

Largo camino por tanto el que tenemos para que no nos gane camino la incoherencia, y seamos luchadores utópicos por el mundo que se merece todo el mundo, este pasa por actuar y menos hablar...pasa por decir y hacer lo mismo...palante, sin descanso....