lunes, 30 de enero de 2012

Marcos 5: 21 - 43. Martes 31 de enero.


EVANGELIO:
Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar.

Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies,

y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.»

Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.

Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años,

y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor,

habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto.

Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré.»

Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal.

Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?»

Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"»

Pero él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho.

Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante él y le contó toda la verdad.

El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad.»

Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?»

Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe.»

Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.

Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos.

Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.»

Y se burlaban de él. Pero él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña.

Y tomando la mano de la niña, le dice: « Talitá kum », que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate.»

La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor.

Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.


EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:


Si tuviéramos la fe de esa mujer, que en la multitud se atrevió a tocar el manto de Jesús. Qué fe mostró para que inmediatamente Jesús sintiera entre la multitud que le oprime alguien especial, distinto…
“lo toco”: el mundo grita que quiere ser libre. No es políticamente correcto el contacto directo con el dolor y la miseria. Las vemos en televisión y nos estremecemos, pero ¿ para qué?. La miseria no se retrata, se comparte. Si no nos duele el dolor del hermano, no presumamos del título de cristianos, si nos amurallamos detrás de las cifras y las estadísticas, no escuchemos el evangelio, sabemos calcular cuantos niños mueren de hambre cada minuto y a la vez necesitamos aprender a hipnotizar nuestras conciencias y corazones…. Que coño estamos haciendo llamándonos cristianos. Hay que ser valiente para acariciar al enfermo y estar a su lado, lo demás es palabrería de sermón y colchón de conciencias baratas.
La fusca no puede caer en el error de cuadricular la Fe y la Esperanza. Hay quienes ( por ser políticos y no auténticos) son elegidos para dar Pregones de Semana Santa y luego reprochados por no ser políticamente correctos, ¡que pena! El Evangelio no se manipula al antojo de unos pocos, eso es escamotear farisaica y piadosamente la palabra, pero la Palabra siempre está del lado de la Verdad y pone  a cada uno en su sitio.
Dios nos invita a levantarnos y levantar al que está a nuestro lado. No es la fe de recitar el credo o de saber muchas cosas sobre Dios. La fe que pide Jesús: es la que une fe y vida, se compromete por la vida y a nadie da por perdido o por muerto. Nos sombran teologías, sermones, pregones de semana santa y tratados doctrinales y nos hacen falta testimonios vivos que nos hagan levantar de nuestras modorras…. P´alante

3 comentarios:

  1. "Y les insistió mucho en que nadie lo supiera.........." importante hacer por los demas lo que se pueda y no publicarlo con tambores y flautas, ya nos lo dice Jesus, es la fé la que consigue tus propositos y sino que se lo digan a los de Miranda (jajajja) que han conseguido que todos seamos hoy un poco de alli. La fusca a lo suyo ¿quién necesita ayuda y se le puede dar?

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  2. Dice un cuento popular que si mucho das, mucho tendrás.........Qué es dar mucho, aquí os lo cuento:
    Es sufrir con el
    dolor ajeno.
    Es ser feliz con
    la alegría del otro.
    Es amar a todos por igual.
    Es dar al que necesita,
    aún lo que más queremos.
    "Pancho Aquino"

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  3. ¡¡¡ que bueno estos mensajes!!!! gracias.p´alante

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