9Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros;
permaneced en mi amor.10Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor,
como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.11Os
he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.12Este
es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado.13Nadie
tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.14Vosotros sois mis
amigos, si hacéis lo que yo os mando.15No os llamo ya siervos, porque el siervo
no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que
he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.16No me habéis elegido vosotros a
mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y
deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al
Padre en mi nombre os lo conceda.17Lo que os mando es que os améis los unos a
los otros.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Nietzsche, el filósofo alemán, solía
decir: tendrían que cantarme cantos más alegres. Sería necesario que tuvieran
rostros de salvados para que creyera en su salvador.
A. Camus: los hombres mueren y no son felices. La alegría ha huido de
muchas vidas. Las raíces de las tristezas suelen ser muchas. Dicen los expertos
que el 90% de nuestras preocupaciones y miedos para el futuro jamás suceden,
nos atacan pero no llegan a suceder.
Amigos de la fusca:
El cristianismo no cierra puertas, sino
que las abre. No es cuestión de que todos piensen lo mismo, porque donde todos
piensan lo mismo nadie piensa mucho. Es cuestión de abrir la vida al Evangelio,
confiar en el Espíritu y encender luces donde el mundo las apaga. Acercarse con
valentía donde nos necesitan, para echar una mano.
La última palabra de Jesús no fue: que
recemos mucho hasta desfallecer, que ayunemos rigurosamente, que cumplamos
todos los preceptos y leyes que nos impongan sin rechistar, que trabajemos y
produzcamos con eficacia, no, nada de esto, sino que nos amemos como él nos amó.
por un amor inquebrantable, por
proclamar una amistad tan fuerte y profunda que crea del otro un hermano, por
llamar a la vida en abundancia llena de alegría, que es lo mismo que creer que
otro mundo es posible, lo crucificaron a Jesús.
Que el amor no se pase de
moda.
“
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario