11Y sucedió que, de camino a Jerusalén, pasaba por los
confines entre Samaría y Galilea,12y, al entrar en un pueblo, salieron a su
encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia13y, levantando la
voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»14Al verlos, les
dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras iban,
quedaron limpios.15Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios
en alta voz;16y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba
gracias; y éste era un samaritano.17Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron
limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?18¿No ha habido quien volviera
a dar gloria a Dios sino este extranjero?»19Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe
te ha salvado.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
La ley manaba a los leprosos que se excluyeran de la vida social. Era
un samaritano el que volvió; un samaritano quiere decir: un extranjero, un
excluido, gentuza... y Jesús nos lo pone como ejemplo. El camino de la
salvación está abierto para todos, lo decisivo es la fe.
El agradecimiento sincero, a veces, será lo más grande que podamos
dar. Enseñamos a los niños rápidamente a decir Gracias, pero en el mundo de los
mayores escasea la gratitud. – dar la vida gratuitamente- ¡que reto!
De
los diez leprosos sólo un vuelve a dar gracias a Dios, y el que vuelve es el
más alejado, el extranjero, el pecador, el excluido, el que molesta, el que
huele mal, el que estorba, el torpe, el desconsolado, el deprimido, el
agobiante, el malhumorado... porque ha descubierto que el amor, es la norma por
excelencia, lo descubrió en el contacto directo con Jesús.
¿y
el resto?
Pues
no lo sé, supongo que a lo de siempre.... a sus normas, a sus leyes, a sus
ritos vacíos, a su falsa misericordia y
sin mucho amor. Unos a misa, otros de bautizo, algunos corriendo a la sede,
otros al escaño, otros a guardar sus riquezas, otros a robar las nuestras…. Un poco
de todo. P´alante
HAY DOS TIPOS DE PERSONAS EN LA VIDA:
ResponderEliminar- DECENTES
- INDECENTES
tú sabrás de que lado te encuentras...
No juzgues cada día por la cosecha que recoges, sino por las semillas que plantas.
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