EVANGELIO
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?
Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.
Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego.
Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?
Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.
Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego.
Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
EL EVANGELIO NO ES UN
SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
No
podemos caer en distracciones:
Hay
personas piadosas que se lamentan de distraerse en la oración o en el culto. El
problema está en las distracciones del camino, rozarnos con Cristo y no
conocerlo. Jesús pasa por delante a diario, él si reconocerá a aquellos que han
sabido reconocerlo en su vida. No se trata solo de conocer a Cristo, es más
importante reconocerlo en el camino. Nos fabricamos una imagen de Dios, y si él
se presenta de otra forma no le reconocemos. No miremos al alto, está
encarnado, camina con nosotros, esta en nuestro interior, nos lleva de la mano.
Dios se pone la ropa de cada día, el mono de trabajo y no suele aparecer en lo
sublime y extraordinario, más bien en la realidad cruda y dura de cada día.
Tiene un inconveniente: el rostro suele ser muy conocido: rostro de harapiento,
de niño, de amigo, de cocinera, de parado, de marido, de esposa, de forastero,
de emigrante saltando vallas, de individuo en malas compañías, de enfermo, de
preso... hay que reconocerlo.
Por esos miles pequeños de gestos humanos…………… nos conocerán
que somos discípulos de nazareth. P´alante
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