domingo, 9 de mayo de 2010

Lunes de la 6ª Semana de Pascua, Juan 15,26-16,4a

EVANGELIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

El defensor, “Paráclito” (el que está a nuestro lado y nos defiende) , nos da la fuerza y nos capacita para entender que Dios no quiere nuestro mal, ni nos “manda” la enfermedad, ni nos castiga con los desastres naturales, ni “se ciega” con la pobreza, ni con la muerte. El Espíritu nos hace entender que somos criaturas, y como tales, con limitaciones, y que nuestra existencia se desarrolla en el límite de la enfermedad y la muerte.
Pues de este “Defensor” nos habla hoy Jesús en el evangelio y nos anima a no tener miedo, sabiéndonos acompañados, sostenidos en nuestra debilidad.
¡Feliz semana!

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