lunes, 24 de octubre de 2011

Martes, 25 de octubre de 2011. Lucas 13, 18-21

EVANGELIO

En aquel tiempo, decía Jesús:- ¿ A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé?Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas. »
Y añadió:-¿ A qué compararé el reino de Dios?Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA

El Reino de Dios avanza, y muchas veces a pesar de nosotros y de nuestras torpezas. Parece que la historia se repite. Vemos muy a menudo en la vida cotidiana de Jesús una lucha continua entre el legalismo, el cumplimiento de la ley a toda costa y la vida nueva que Él “se empeña” en transmitir. Pero, ¿Cómo van a ser equiparables la salvación, la alegría que nace del encuentro con la vida nueva del evangelio, nuestra realidad de personas salvadas, “sanadas” del egoísmo y de todo lo q nos oprime, con el mero cumplimiento de unas normas que probablemente o no entendemos, o han quedado obsoletas, o lo que es peor, nos atan y deforman la vida cristiana?
¿Cuándo entenderemos que todo es mucho más simple y que Dios Padre no necesita ni nuestras prácticas, ni nuestras promesas, ni “nuestros sábados”?
¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal? Pues eso, Hagamos el bien, en la simplicidad de cada día y a todos los que nos piden que les echemos una mano y así seremos realmente seguidores de Jesús y de su Reino. Nada más…¡y nada menos!

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