miércoles, 5 de octubre de 2011

Jueves, 6 de octubre de 2011. Lucas 11,5-13.

Evangelio

Jesús agregó: "Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: 'Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle', y desde adentro él le responde: 'No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos'. Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan".

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Hay ocasiones en la vida en las que la monotonía se apodera de nosotros y condiciona nuestro comportamiento relacional y espiritual. En el plano de la fe con frecuencia nos quejamos de que Dios no nos da, o de que estamos desorientados, o tal vez de que todo se cierra ante nuestros ojos. Seguro que así lo sentimos y que además sufrimos por este hecho. Sin embargo, sería bueno que fuéramos a la raíz. ¿Le pedimos a Dios con fe para que nos de?, ¿Buscamos su voluntad cuando pedimos o simplemente satisfacer la nuestra?, Y, por último, ¿llamamos al corazón de Dios o al de otros dioses más televisivos? Seamos maduros en nuestra fe y adultos en nuestras afirmaciones. Dios siempre da, siempre abre, siempre se deja encontrar pero tenenmos que hacernos niños y pedir con Fe.

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