miércoles, 4 de septiembre de 2013

Lucas 5: 1 - 11. JUEVES 5 DE SEPTIEMBRE

EVANGELIO.

Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios,

cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes.

Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre.

Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.»

Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes.»

Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse.

Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.

Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.»

Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado.

Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.»

Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Remar mar adentro, es lo mismo que decir: suelta amarras en tu vida y quédate apoyado sólo en Dios. Arriesga en tu vida, no calcules, cuando se trata de amar.

¿ A qué llama Jesús de Nazareth? Jesús llama a asumir su propio camino, a ser auténticos en el camino del amor. Irse al margen y acompañar a los que han quedado fuera.
Hacemos muchas, demasiadas preguntas sobre el Dios Omnipotente, y ofrecemos pocas respuestas reales a los interrogantes mortales de tantos hermanos que sufren, sobre todo hambre. Pedimos que se nos hable de Dios, que queremos conocer a Dios de cerca, deberíamos cuestionarnos de qué Dios queremos que se nos hable. El Dios de los cristianos se encarnó en Jesús y su seguimiento no consiste en poner muchas velas a sus imágenes de escayola, pasar mucho tiempo en el culto diario, o admirarle con total devoción, sino somos capaces de reconocerle en el hombre y la mujer sufriente lo primero no sirve de nada.

            Vamos a  andar hacia la vida. Tenemos una asignatura pendiente, la adhesión al Evangelio… p´alante

No hay comentarios:

Publicar un comentario