|
|
Ellos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan
frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los fariseos, pero los
tuyos comen y beben.»
|
|
Jesús les dijo: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los
invitados a la boda mientras el novio está con ellos?
|
|
Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces
ayunarán en aquellos días.»
|
|
Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido
nuevo para echar un remiendo a uno viejo; de otro modo, desgarraría el nuevo,
y al viejo no le iría el remiendo del nuevo.
|
|
«Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro
modo, el vino nuevo reventaría los pellejos, el vino se derramaría, y los
pellejos se echarían a perder;
|
|
sino que el vino nuevo debe echarse en pellejos nuevos.
|
|
Nadie, después de beber el vino añejo, quiere del nuevo
porque dice: «El añejo es el bueno.»
|
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
“ Comen y beben”: se les acusaba de no ser tan austeros y
radicales como los discípulos de Juan. Al mismo Jesús le acusaron a veces también
de no ser demasiado prudente y de no juntarse con buenas compañías. El deporte
nacional – a día de hoy sigue igual- la crítica al prójimo, el etiquetar, el “sálvame
deluxe” de toda época y lugar, jajaja.
Meter en el armario los odres viejos y los mantos
remendados, porque se ha inaugurado un tiempo nuevo, el tiempo de la esperanza
y de la alegría, el tiempo de vivir enamorados. Por eso la vida humana es
fiesta: ¿ qué hemos hecho de nuestra religión que es más conocida por la religión
del llanto y el luto que de la celebración gozosa?
Cuentan; que un rey estaba muriendo. Y le dijo al médico que
le cuidaba; “ sanarás cuando consigas ponerte la camisa de un hombre feliz”.
Durante muchos días los criados del rey recorrieron el País, y por fin
encontraron a un hombre feliz. Pero este no poseía nada, ni siquiera una camisa.
Hemos confundido en nuestro mundo los valores importantes y las prioridades
necesarias, y así nos va.
La felicidad es un trayecto y no un destino. P´alante
La verdadera revolución: la alegría
No hay comentarios:
Publicar un comentario