lunes, 30 de septiembre de 2013

Evangelio según San Lucas 9,51-56. 1 de octubre

EVANGELIO
Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén 
y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. 
Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. 
Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?". 
Pero él se dio vuelta y los reprendió. 
Y se fueron a otro pueblo. 

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA.

Comienza el viaje; no va a ser fácil. Jesús decide ir a Jerusalén, el había lanzado su mensaje a pequeñas aldeas de Palestina, sólo dos veces fue a la gran ciudad, la segunda lo crucificarán. La decisión de ir a Jerusalén provoca el recelo de los samaritanos.
Juan y Santiago, siempre alerta quieren castigarles, pero el de Nazareth no se lo permite. Parece que no han entendido que es un Mesías, que trae salvación y no condenación, que no quiere destruir al hombre…. Nos cuesta entenderlo hasta en la actualidad.

No acabamos de entender este mensaje tan sencillo de amor y esperanza. Muchos parecen seguir a Jesús, pero quieren atar los detalles que le permitan vivir como dios… jejeje, lo que nos cuesta entender este mensaje de salvación. P´alante

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