Lucas 17:20-25. jueves 13 noviembre

Evangelio

20Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir.21Y no dirán: "Vedlo aquí o allá", porque el Reino de Dios ya está entre vosotros.»22Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.23Y os dirán: "Vedlo aquí, vedlo allá." No vayáis, ni corráis detrás.24Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día.25Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Un proverbio budista dice que “cuando el dedo señala la luna, el estúpido se queda mirando al dedo”…. Hay muchos mirando al dedo en la actualidad.

El Reino de Dios está ya actuando pero como un grano de mostaza minúsculo y casi irrisorio que empuja hacia la vida, como un trozo imperceptible de levadura que se pierde en la masa fermentándola desde dentro…. El reino no está – ni mucho menos- en la moncloa ni en el pardo.

- Los cristianos seguimos sin querer entenderle. La salvación no vendrá de tal institución, de tal movimiento, de tal nación, de tal teología ni de tal iglesia, sólo porque nosotros pretendamos ver ahí el Reino de Dios. Al Reino de Dios no le abriremos camino lanzando excomuniones sobre otros grupos, partidos o ideologías ni condenando todo lo que no coincide con nuestro "dogma particular"…… sobran sembradores de desdichas.

- El Reino de Dios no lo implantaremos en la sociedad concentrando grandes masas en los estadios o logrando el aplauso pasajero de las muchedumbres….. ni le aseguraremos levantando muros o concertinas, independecias mediocres, o adorando al euro ajeno, el reino es una filosofía de vida que muy pocos saben vivir.

- El Reino de Dios es un "fermento de humanidad" y crece en cualquier rincón oscuro del mundo donde se ama al hombre y donde se lucha por una humanidad más digna. Al Reino de Dios le abriremos camino dejando que la fuerza del evangelio "fermente" nuestro estilo de vivir, de amar, trabajar, disfrutar, luchar y ser. P´alante