EVANGELIO
26«Como
sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre.27Comían,
bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino
el diluvio y los hizo perecer a todos.28Lo
mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían,
plantaban, construían;29pero el
día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo y los
hizo perecer a todos.30Lo mismo sucederá el Día
en que el Hijo del hombre se manifieste.31«Aquel
Día, el que esté en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a
recogerlos; y de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás.32Acordaos
de la mujer de Lot.33Quien intente guardar su
vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.34Yo os
lo digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro
dejado;35habrá dos mujeres
moliendo juntas: una será tomada y la otra dejada.»36Y le
dijeron: «¿Dónde, Señor?» El les respondió: «Donde esté el cuerpo, allí también
se reunirán los buitres.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres:
“Resulta que todos los
decorados se vienen abajo. Levantarse, tranvía, cuatro horas de oficina o de
taller, comida, tranvía, cuatro horas de trabajo, descanso, dormir, y el lunes,
martes, miércoles, jueves, viernes y sábado, siempre el mismo ritmo, siguiendo
fácilmente el mismo camino casi siempre. Pero un día surge el por qué y todo
vuelve a comenzar en medio de ese cansancio teñido de admiración. Comenzar, eso
es importante. El cansancio está al final de los actos de una vida mecánica,
pero inaugura al mismo tiempo el movimiento de
la conciencia”.
A. Camus. “ El mito de Sísifo”.
El
cementerio está lleno de imprescindibles… hay una verdad , que la fusca de la
vida tiene presente cada instante, estamos de paso, nos somos más que meros
peregrinos despidiéndonos cada instante. Comenzar para volver a robar tiempo al
tiempo… lo único que nos salva es ser honestos con nosotros mismos. La conciencia
– el vicario de Cristo en la tierra- es lo más sagrado que tenemos y es lo único
que no podemos traicionar. Por eso cuando veo tanto meapilas riéndose en el
parlamento, tanto ladrón de guate blanco y tanto hipócrita repartiendo bendiciones…
recuerdo a Camus: “ los decorados se vienen abajo”. Cuando llegue el día de
ajustar cuentas muchos inocentes apaleados y maltratados por los poderosos de
este mundo pedirán a Dios como abogado de oficio….. y apelarán en el juicio
final: nunca la historia de la humanidad ha sido dirigida por tanto capullo y ,
lo que es peor, tan mediocre. Pero si en algo no cree la fusca de la vida es en
la resignación, jamás nos resignaremos, más bien creemos en el silencioso y
solidario clamor de los sin voz.
Si el fin de nuestra vida fuera un libro, y somos de esos buenos lectores que les gusta
empezar el libro por el final: allí habría una nota a pie de página
diciéndonos: al final es el amor: siempre el amor. Salgamos de las trincheras….p´alante.
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