jueves, 13 de noviembre de 2014

Lucas 17:26-37. viernes 14 noviembre

EVANGELIO
26«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre.27Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos.28Lo mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;29pero el día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos.30Lo mismo sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste.31«Aquel Día, el que esté en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás.32Acordaos de la mujer de Lot.33Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.34Yo os lo digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro dejado;35habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra dejada.»36Y le dijeron: «¿Dónde, Señor?» El les respondió: «Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres:

“Resulta que todos los decorados se vienen abajo. Levantarse, tranvía, cuatro horas de oficina o de taller, comida, tranvía, cuatro horas de trabajo, descanso, dormir, y el lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado, siempre el mismo ritmo, siguiendo fácilmente el mismo camino casi siempre. Pero un día surge el por qué y todo vuelve a comenzar en medio de ese cansancio teñido de admiración. Comenzar, eso es importante. El cansancio está al final de los actos de una vida mecánica, pero inaugura al mismo tiempo el movimiento de la conciencia”.
A.   Camus. “ El mito de Sísifo”.

El cementerio está lleno de imprescindibles… hay una verdad , que la fusca de la vida tiene presente cada instante, estamos de paso, nos somos más que meros peregrinos despidiéndonos cada instante. Comenzar para volver a robar tiempo al tiempo… lo único que nos salva es ser honestos con nosotros mismos. La conciencia – el vicario de Cristo en la tierra- es lo más sagrado que tenemos y es lo único que no podemos traicionar. Por eso cuando veo tanto meapilas riéndose en el parlamento, tanto ladrón de guate blanco y tanto hipócrita repartiendo bendiciones… recuerdo a Camus: “ los decorados se vienen abajo”. Cuando llegue el día de ajustar cuentas muchos inocentes apaleados y maltratados por los poderosos de este mundo pedirán a Dios como abogado de oficio….. y apelarán en el juicio final: nunca la historia de la humanidad ha sido dirigida por tanto capullo y , lo que es peor, tan mediocre. Pero si en algo no cree la fusca de la vida es en la resignación, jamás nos resignaremos, más bien creemos en el silencioso y solidario clamor de los sin voz.

Si el fin de nuestra vida fuera un libro, y  somos de esos buenos lectores que les gusta empezar el libro por el final: allí habría una nota a pie de página diciéndonos: al final es el amor: siempre el amor. Salgamos de las trincheras….p´alante.

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