miércoles, 26 de noviembre de 2014

Jueves 27 de noviembre. Lc 21,20-28

EVANGELIO

Jesús dijo a sus discípulos:
"Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima.
Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella.
Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse.
¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo.
Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento.
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas.
Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación". 

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Discurso en tono apocalíptico el que nos presenta hoy Jesús. Incide en la destrucción de Jerusalén, y de manera especial, la destrucción del templo…para luego hablarnos de la liberación que irá viviendo la humanidad. Una liberación humana, que va de la mano de la destrucción del símbolo religioso por excelencia, el Templo. ¿qué querrá decirnos esto?...pues que la libertad, tan ansiada por los seres humanos, en un aspecto importante de la misma, llegará, cuando nos despojemos de todo lo que nos ata y maniata. Y, muchas veces, la religión normativa, nos ha cercenado esta libertad, hasta límites insospechados. De hecho, la religión ha estado muy cerca, y casi aliada con el poder. Seremos verdaderamente libres, en el aspecto religioso, cuando esté bañado de una gran humanidad, y para ello, debemos retornar al Evangelio y darnos cuenta de que lo que nos estamos jugando no es la legitimación de la religión, o la permanencia para siempre del Templo….lo que nos estamos jugando, es la felicidad o el fracaso del ser humano. Y para que la balanza se decante por una y no por otro, debemos volver la mirada al Dios humanizado en Jesús, y al Evangelio como fuente de humanidad por encima de todo.


1 comentario:

  1. No soy ningún pájaro, ni nadie me ha echado la red. Soy un ser humano con voluntad independiente que ahora ejerzo yéndome de tu lado.
    Charlotte Brontë

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