EVANGELIO
22Inmediatamente
obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra
orilla, mientras él despedía a la gente.23Después
de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba
solo allí.24La barca se hallaba ya
distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento
era contrario.25Y a la cuarta vigilia de
la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar.26Los
discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un
fantasma», y de miedo se pusieron a gritar.27Pero al
instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no temáis.»28Pedro
le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre las aguas.»29«¡Ven!»,
le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo
hacia Jesús.30Pero, viendo la
violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó:
«¡Señor, sálvame!»31Al punto Jesús,
tendiendo la mano, le agarró y le dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»32Subieron
a la barca y amainó el viento.33Y los
que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: «Verdaderamente eres
Hijo de Dios.»
EL EVANGELIO NO ES UN
SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Por tres veces invita Jesús a los suyos a no tener miedo. ¡ que
insistencia! , que perdamos el miedo era una petición insistente de Jesús,
todavía hoy son muchos los que viven con miedo.
El miedo nos cierra la boca y justifica
la radicalidad del Evangelio en falsas manipulaciones. Quieren acojonarnos,
pero la fusca de la vida sabe que no hay nadie más temible que una persona que
no tiene nada que perder…. Que no nos
empapen los huesos de miedo, porque no es cierto, quien cree en Jesús y en el
Evangelio saben que la prioridad y la verdad es vivir en solidaridad con los
más pobres. Atendiendo las múltiples pobrezas de nuestro mundo; la violencia,
la defensa de los derechos humanos, el hambre y la pobreza que dinamitan,
amenaza y destruye la vida millones de familia y que a día de hoy sigue sin
provocar movilizaciones.
La confianza en Dios, la fe, no crea
hombres y mujeres cobardes; sino que ven la vida conflictiva de cada día. No
los envuelve en la pereza y la comodidad sino que los anima para el compromiso.
Ser cristiano no es llevar un nombre. No es ser
esclavo de recetarios, ni obedecer muchas leyes y normas, ser cristiano es caminar con el estilo de nazareth,
sin miedo. Cristiano es ser para los demás. P´alante
Caminar, dejarse discipular y anunciar. Tres palabras. ‘Caminar’: Ustedes saben que le tengo miedo a los cristianos quietos. Terminan como el agua estancada. ‘Dejarse discipular’: también me dan miedo lo que se creen que ‘se las saben todas’, los suficientes. Sin darse cuenta van cerrando su corazón al Señor; terminan centrados en sí mismos. Son los cristianos a quienes podríamos llamar ‘cristianos yo me miconmigo para mi’.
ResponderEliminarPapa Francisco