lunes, 14 de marzo de 2011

Mt 6:7-15. Martes 15 de marzo

EVANGELIO:
Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados.

No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.

«Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;

venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.

Nuestro pan cotidiano dánosle hoy;

y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;

y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.

«Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;

pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.


EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Sospechosos de decir y no hacer. Mal rollo, la fusca no podemos caer en esto. Nuestro Dios no se vende, nuestro Dios no es cómplice de caprichos personales, de intereses domésticos, de complejos y debilidades, del ansia de poder, el éxito o los euros. Nuestro Dios no es cómplice del dolor y la muerte de los débiles.
Es hora de tomar en serio al Dios de la vida, asumiendo la causa del hombre y la mujer de hoy, es hora de que el amor a Dios sea justicia e igualdad, libertad y solidaridad con todos…. Y no entrar en falsa palabrería de aquellos que oran al Dios Todorencoreso, para que no les mande nada malo, y pasar a orar al Diosnadapoderoso, para que seamos sus manos y sus labios, sus pies y su corazón, en el mundo….



Padre que miras por igual a tus hijos a quienes ves preocupados, jodidos,sacudidos,señalados, felices, alegres y en fiesta….
Nuestro, de todos. De los millones de personas que poblamos la Tierra, sea cual sea nuestra edad, color, o lugar de nacimiento.
Que estás en el cielo y en la tierra, en cada hombre y mujer, en los humildes y los que sufren.
Santificado sea tu nombre, pero no con el estruendo de las armas, de los euros o los títulos …sino con el susurro del corazón.
Venga a nosotros tu Reino, el de la Paz, el del amor. Y aleja de nosotros los reino de tiranía y la explotación, el juicio y prepotencia.
Hágase tu voluntad, siempre y en todas partes. En el cielo y en la Tierra. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder.
Danos el pan de cada día que está amasado con justicia, con amor. Aleja de nosotros el pan de cizaña que siembra envidia y división.
Dánosle hoy porque mañana puede ser tarde.
Perdónanos no como nosotros perdonamos, sino como Tú perdonas, sin lugar al odio y al rencor.
No nos dejes caer en la tentación de almacenar lo que no nos diste, de acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente… da gratis lo que recibes gratis.
Líbranos del mal que nos amenaza…. Queremos vivir en paz y justicia, luchando por la igualdad y la solidaridad con los que menos tienen.

P´alante… y si es posible caer en la tentación, cuanto más mejor, la tentación de amar, sonreír, acariciar, ayudar, echar una mano, compartir…

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