EVANGELIO
Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa.
El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.
Pero el Señor le dijo: "¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia.
¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?
Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.
El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.
Pero el Señor le dijo: "¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia.
¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?
Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:
Y es que parece mentira, pero seguimos rodeados de fariseos, hipócritas, que se fijan y cultivan las apariencias y prejuzgan a los otros porque cumplen o dejan de cumplir con ritos externos que nada tienen que ver con el interior. Jesús los llama "insensatos", pero a mí se me ocurren otros muchos adjetivos no tan suaves, para calificar a aquellos que nos martillean la cabeza con consignas de cumplimiento exterior que no hacen que cambiemos nuestro corazón, sino todo lo contrario. Estamos hartos y nos indignamos ante los que siguen una religión de panderera y banda de música, que hace mucho ruido y se le ve mucho, pero que luego está hueca y vacía por dentro.
Que no nos pase a la fusca de la vida nunca como le ocurre a las piedras del río...todo el día en contacto con el agua, mojadas...y cuando las abrimos están secas como el desierto....no creamos estar tanto en contacto con Dios, con el altar, con el incienso, con lo sagrado, que pensemos que estamos a punto de levitar, y cuando toca hablar y vivir desde el interior no tenemos nada que ofrecer porque solo sabemos sonreir para salir guapos en la foto....no no no eso nooooooooooo.....mejor no lavarse las manos, no cumplir con las normas externas, pero ser de fiar, a carta cabal, buena gente....así fue Jesús, así queremos ser nosotros...palante, no es tarea fácil.....
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De todas formas se puede hacer ambas cosas, puedes cumplir con las normas porque pienses que no dañas a nadie o porque te gusta vivir esa parte del cristianismo o del catolicismo,pero también cumplir con las normas de vida, es decir, compartir, amar, dar la vida por tu prójimo.No todos los que van a misa o cumplen normas se quedan sólo ahí, hay mucha gente en el mundo dando su vida por los demás, viviendo el cristianismo pero también viviendo en comunidad con unas "reglas". Respetemos todas las opciones. El amor al otro no es exclusividad de la fusca.Pues al fariseo también Dios le ama, no os quepa la menor duda.
ResponderEliminarno tengo la menor duda de que al fariseo Dios le ama. Pero los golpes en el pecho y la comunión diaria no son signo de nada en absoluto. Y la fusca no tiene el monopolio de nada, pero no se puede ser de la fusca sin amar gratuita y desinteresadamente, te lo dice uno que también vivió con una "regla" y trato de ser coherente. La única ley es el amor, la única norma el Evangelio y la única esperaza la entrega al más próximo ( prójimo) sin descanso.
ResponderEliminarOjalá seas de ese 1% que cumple las reglas y pertenece a la fusca... es necesario. Pero eso hay que demostrarlo.
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