Evangelio:
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Y envían donde él algunos fariseos y herodianos, para
cazarle en alguna palabra.
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Vienen y le dicen: «Maestro, sabemos que eres veraz y que
no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas, sino
que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al
César o no? ¿Pagamos o dejamos de pagar?»
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Mas él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: «¿Por
qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea.»
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Se lo trajeron y les dice: «¿De quién es esta imagen y la
inscripción?» Ellos le dijeron: «Del César.»
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Jesús les dijo: «Lo del César, devolvédselo al César, y lo
de Dios, a Dios.» Y se maravillaban de él.
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EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
“Dad
al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Parece que deja claro lo que es y no
es del César, pero no parece ayudar del mismo modo a clarificar lo que es de
Dios.
Lo
que es de Dios no es, ciertamente, el templo o los lugares sagrados, no los
objetos religiosos, ni las ceremonias litúrgicas, ni los ornamentos sagrados...
todo esto merece un respeto por su función, pero son los hombres los que
deciden destinarlo a eso. No Dios.
Lo
que es indiscutible de Dios es la dignidad del hombre y la mujer, y también sus
derechos. Lo que sí es de Dios es el anciano abandonado, el hambre de los que
no tienen pan, las lágrimas de los que sufren, la persecución de que son objeto
los que luchan por la justicia, los pies cansados de los emigrantes abandonados en los desiertos de
Marruecos, el corazón desgarrado de las víctimas del terrorismo. Lo que sí es
de Dios es la justicia de los explotados, la libertad de los oprimidos, la
conciencia de cada uno. Porque esto pertenece a la naturaleza del hombre, imagen
y semejanza de Dios.
El césar y Dios no son autoridades de
rango semejante. Aunque en el mundo muchos césares de colores diferentes se han
autoproclamado dioses dispensadores de justicia a su antojo por todos los
rincones del mundo, lamentablemente…. Algunos desde poltronas políticas, sedes
papales o episcopales, desde el ejército, la banca, poltronas empresariales o
de cualquier tipo de poder… pero no son más Cesares que pasarán, la historia no
los absolvera. La fusca está del lado de Dios no del César…. P´alante
os dejo este link: ehttp://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/02/120222_vaticano_impuetos_cch.shtmlste link:
ResponderEliminarhttp://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/02/120222_vaticano_impuetos_cch.shtml
ResponderEliminarNo nos cansemos de denunciar la idolatría de la riqueza, que hace consistir la verdadera grandeza del hombre en tener, y olvida que la verdadera grandeza es “ser”. No vale el hombre por lo que tiene, sino por lo que es.
ResponderEliminarMonseñor Oscar Romero.