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«¿Con quién, pues, compararé a los hombres de esta
generacíon? Y ¿a quién se parecen?
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Se parecen a los chiquillos que están sentados en la plaza
y se gritan unos a otros diciendo: "Os hemos tocado la flauta, y no
habéis bailado, os hemos entonando endechas, y no habéis llorado."
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«Porque ha venido Juan el Bautista, que no comía pan ni
bebía vino, y decís: "Demonio tiene."
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Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís:
"Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y
pecadores."
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Y
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EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
El desconcierto es normal:
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Juan había hablado de siega, de cosecha. Jesús
habla de siembra.
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Juan veía al Mesías que venía barrer a los enemigos, a separar los buenos
de los malos, a poner orden, dejar la cosa clara. Llega Jesús y acoge a todos,
participa en comilonas con publicanos y pecadores, y dice que vine marcar un
nuevo camino; el del amor y no a separar sino a acoger.
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Juan le veía con el hacha para talar de raíz
todos los árboles malos, sin fruto. Jesús inaugura el tiempo de la paciencia y
el perdón.
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Nos supera la tristeza como a Ronaldo, pero nos
tocan la flauta y no bailamos; nos falta esperanza.
Jesús
funciona en otra dimensión:
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es el programa de Jesús, pocos sermones, pocas
palabras, muy pocas encíclicas y muchas obras como testimonio de autenticidad.
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No hay rechazos; sólo curación y liberación. Así
la Iglesia de
Jesús debe ser la que cura y libera.
·
Dios no actúa según nuestros criterios; debemos
leer los signos de los tiempos y en clave de Evangelio, no de teología.
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Da la sensación de que perdemos el tiempo y las energías
hablando, criticando; de que si el cáliz debe estar aquí o allí, de si la
comunión debe darse así o asá, de si han cambiado las oraciones o han
trastocado un rito. ¿qué es esto? Pero qué es esto... si el programa está
claro, colaboré y no critique tanto, colabore y no estorbe, el programa no es
subirse en pedestales, buscar aplausos, reverencias, el programa está
clarísimo.
Cuando
estuve por Panamá me encontré con unas
vayas publicitarias que me marcaron, decían: COLABORE Y NO JODA. P´ALANTE
Espero una alegría blanca…. Que ya es hora!!!
Podríamos cambiar nuestra publicidad subliminal, engañosa y consumista por el mensaje claro y sencillo de "COLABOREN Y NO JODAN",a ver si alguno se daba por aludido...
ResponderEliminarLa alegría blanca llegó, con sufrimiento, pero llegó...