Lunes 24 de septiembre. Lc 8,16-18

EVANGELIO

 

No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz.
Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.
Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener".

 

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

 

Que lejos estamos en nuestro día a día de ver a la gente enganchada a este mensaje de luz y color. Que estamos de acuerdo que la cosa está muy fea, que lo estamos pasando mal, que no vemos la salida, pero coño, vamos a intentar dar pequeños detalles de optimismo, pequeños fogonazos, no digo rayos, de mínima esperanza....y todos podemos llevar luz al de al lado...no al que no la necesita, a los peces gordos que les den, que ya tienen mucha luz en forma de dolares y euros. Los nuestros son los de al lado y humildes, los de al lado y con ganas de sonreir, pero sin motivos para hacerlo.

Os propongo un reto para esta semana que comenzamos:

Vamos a estar metidos en mil y una conversaciones cargadas de pesimismo y tristeza hasta los huesos...vamos a escuchar los lamentos de más de uno y de dos...¿Cuál es el reto?...transmitir un pequeño mensaje de esperanza, ser luz en esa oscuridad, contar un chiste que les haga reir...mil cosas se pueden hacer y decir para que no todo sea negro, oscuro y sin salida. Si desde el Evangelio no  tenemos esperanza para ser esperanzadores es que no lo hemos entendido. Defendamos la alegría en las más duras, seamos personas positivas...y aunque por dentro estemos llorando y jodidos, que los que entren en contacto con nosotros sientan y vean algo de luz...no es fácil...claro, si lo fuera no sería un reto. Ánimo y buena semana...