Miércoles 12 de septiembre. Lc 6,20-26

EVANGELIO

 

En aquel tiempo, Jesús alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.
Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas».

 

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

 

Ay de vosotros los ricos, ay de vosotros los que ahora estáis hartos......Ay de vosotros los corruptos que os habéis llenado los bolsillos a urdangarinazos, Ay de vosotros los banqueros que habéis cobrado indemnizaciones de guante negro, Ay los que engañáis a los humildes con las acciones preferentes, Ay las congregaciones religiosas y diócesis que amasáis dinero y especuláis en bolsa...

La cosa antes o después de dará la vuelta y las risas, banquetes y brindis al sol, se convertirán en llantos...ojalá vuestra conciencia os reconcoma y no podáis conciliar el sueño, porque habéis cometido grandes injusticias, y algunas de ellas han dañado mucho a vuestros semejantes...

Y la primera parte del texto, que todos conocemos como las bienaventuranzas nos sirven para poner la bandera de la paciencia en el cabo de buena esperanza, por todos aquellos que están al otro lado del río, los que no duermen, pero no por su mala conciencia sino porque no paran de darles vueltas a qué harán mañana...están claras las bienaventuranzas, pero prefiero quedarme con las lamentaciones que son proféticas en nuestros días...a nosotros nos queda volcarnos, en la medida de lo posible, con esos sin nombre que sufren, lloran y mal viven....me quedo con una frase de Basilio el santo:"Quien ama al prójimo como a sí mismo no acumula cosas innecesarias que puedan ser indispensables para otros"...Olé por Chicho Sibilio....digo por San Basilio, jejejeje......Al mal tiempo buena cara...si podéis....