lunes, 14 de octubre de 2013

Lucas 11: 29 - 32 . lunes 14 de octubre


EVANGELIO

Habiéndose reunido la gente, comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás.
Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.
Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Pedimos señales:
No ha y más señal que el amor, las señales que necesitamos son los silencios:
Vamos a recordarnos algunos

         -Silencio de la humildad. Alguien viene a nosotros y nosotros callamos, para acogerle a él totalmente, para escucharle, para interesarnos. Nuestra persona es menos importante.

         -Silencio de admiración. Es un silencio muy benéfico. Reconocemos al otro no porque nos da u ofrece algo a nosotros sino por lo que el otro es. Miramos al otro valorándolo positivamente.

         -Silencio de asombro. Estar ante lo nuevo y desconocido. Es la actitud del niño, del pequeño, del que “nada sabe”. “Si no os hacéis como niños...” no entraréis en el reino del Asombro.

         -Silencio de la alegría. La perfecta alegría, que es la felicidad, no tiene palabras. El corazón está colmado de gozo, a veces en medio del dolor, y no habla.

         -Silencio del amor. Es el silencio de la comunión. Es el milagro del entendimiento perfecto. El Amor nos hace idénticos al Amado y no se necesitan palabras, explicaciones, razones. Somos UNO. P´alante

1 comentario:

  1. He leido que la alcaldesa de Madrid quiere multar a los "sin techo", ya no me queda mucho por alucinar con estos personajes, pero si me queda mucha indignación, debe ser que los que no se pueden tomar el "café con leche" de la señora de aznar no son bienvenidos en sus calles. Lo que me indigna es que encima nos cuentan que gobiernan como "Dios manda", ¿qué Dios es el de esta gente? penoso, lamentable e indignante. Esto si que es una señal del cielo, pero para no salir de casa.

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