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Pero, ¡ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo
de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y
el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello.
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¡Ay de vosotros, los fariseos, que amáis el primer asiento
en las sinagogas y que se os salude en las plazas!
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¡Ay de vosotros, pues sois como los sepulcros que no se
ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!»
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Uno de los legistas le respondió: «¡Maestro, diciendo
estas cosas, también nos injurias a nosotros!»
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Pero él dijo: «¡Ay también de vosotros, los legistas, que
imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con
uno de vuestros dedos!
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EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Pufffff, pufffff, pufffff…. Quien tenga oídos para ver que
ande….
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el fariseísmo o
el hombre disfrazado: Se reviste de buenas obras: limosnas, plegarias, ayunos, misas,
peinetas el día del corpus, invocaciones a la virgen y los santos, actos litúrgicos...
está convencido de cumplir la ley, y por eso Dios debe estar a su lado. Y hablan
con propiedad sobre el bien y el mal, sobre lo que su dios quiere para nosotros….
Pero no son más que hipócritas.
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El fariseísmo
no ha muerto, por desgracia. Es más en los últimos años ha aumentado el número
de sus seguidores y adeptos…. Se creen santos y sacrifican a la persona en
función de las formas y estructuras.
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No entienden
que el hombre – la mujer- vale más que la ley y mucho menos, que a Dios no le
complace nuestras manos llenas de buenas intenciones y liturgias repletas de
palabrería, sino un corazón sincero, humilde, pobre y arrepentido, donde el
amor al prójimo es el único reto y la única ley.
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Los fariseos de
nuestra mundo siguen siendo hoy oficialmente correctos, guardianes celosos de
la ortodoxia – su ley- y del comportamiento de los demás, que no el suyo….
Observan, vigilan y no dudan en denunciar ante la autoridad. Condenan a cuantos
no piensen como ellos y son poco amigos del diálogo.
El que prescinde del amor siempre cae en la
esclavitud; legalistas y fariseos del siglo XXI aprenderlo de una vez. Es muy difícil
aceptar a una persona que puede poner en peligro nuestra seguridad, nuestra
comodidad y nuestro futuro si la seguimos. Por esos estos nuevos fariseos y
legisladores han manipulado su mensaje para vendernos humo y fuegos de
artificio, pero el Evangelio siempre pone a cada uno en su sitio. P´alante
http://blog.cristianismeijusticia.net/?p=9947&lang=es
ResponderEliminarhttp://elpais.com/elpais/2013/10/12/opinion/1381603165_720344.html?rel=rosEP
Cada uno que saque sus propias conclusiones!!!
La mía es que en nuestros días, desgraciadamente, la ley vale más que la vida.