EVANGELIO
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer
llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que,
sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba
para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: -«Señor, ¿no te
importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche
una mano. » Pero el Señor le contestó: -«Marta, Marta, andas inquieta y
nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte
mejor, y no se la quitarán.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Cuántas veces en nuestra vida protagonizamos el papel de
Marta...estamos inquietos y nerviosos, agobiados y a veces desesperanzados
porque no encontramos lo que nos llena y da sentido. Hay tantas cosas que nos
parecen dar esa tranquilidad pero con el tiempo vemos y sentimos que lo
importante está en otro lado, que no hay que buscar el bien propio sino el de
los que nos rodean y ahí encontraremos el nuestro. El corazón de Marta estaba
inquieto, y el nuestro también, ya lo dice el de Tagaste: "Nos hiciste
Señor para Tí y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en
Tí"...y que razón tenía Agustín y cómo él mismo lo experimentó en su
vida....seguimos siendo Agustines que no encuentran el sosiego y la paz que
busca y necesita nuestro corazón...pidamosle hoy a Dios que nos de la palabra
oportuna y el gesto adecuado para no deseseperanzar a nuestro corazón y dotarle
de la fuerza y a la vez la tranquilidad necesaria para seguir latiendo en el
camino de la vida...
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