EVANGELIO:
Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.
Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
"Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.
EL EVANGELIO NO ES UN
SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
¿ qué es ser santo?
-
ser santo es seguir siendo una personal normal y
corriente que siente la insatisfacción que produce una visión del mundo donde
los hombres aceptan como necesidad el tener mucho dinero.
-
Ser santo es ofrecer nuestra amistad a quien se
encuentra solo, ser capaz de temblar cuando vemos que alguien vive en profunda
soledad.
-
Ser santo es no aceptar la violencia a la que nos lleva
la competición social, la separación de los hombres con barreras económicas,
sociales, religiosas, raciales, nacionales.
-
Ser santo es saberse hijo de Dios, llamar con la vida y
no con la boca a Dios Padre. Estrechar con todos lazos mayores de hermandad.
-
Ser santo es vivir con la limpieza de corazón
suficiente como para caminar por la vida sin segundas intenciones, ofreciendo
sinceridad y confianza.
-
Ser santo es tener confianza, esperanza y alegría,
porque Jesús está con nosotros haciendo posible una convivencia nueva, un mundo
mejor.
-
Ser santo es ser solidario.
Sería de justicia santificar a
todos las víctimas de este mundo; de hambre, violencia, terrorismo,
marginación, declarar a todos santos con mayúscula, ya Dios lo h a hecho hace
tiempo.
La mayoría de los
que hoy celebramos no hicieron nada especial, magnífico, fueron
"normales", y seguramente débiles: pero dijeron "sí' a
Dios y mantuvieron ese "sí" en la vida de cada día, su amor no
se interrumpió ni siquiera con los defectos y caídas.
La santidad es una aventura, un
riesgo, transformador del mundo, por eso dice San Agustín: “ muchos que Dios
tiene no los tiene la Iglesia ,
y muchos que tiene la Iglesia
no los tiene Dios”. O sea que uno no es santo porque lo diga el Papa, es santo
porque su vida era conforme a su santidad. La fusca brinda por la multitud de
santos anónimos. P´alante
No hay comentarios:
Publicar un comentario