Jueves 25 de octubre. Lc 12,49-53

EVANGELIO

Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!
Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!
¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división.
De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres:
el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".

 EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

 Pues que más decir que no esté dicho ya….que el lema de la fusca va en la línea: el evangelio es pura dinamita. Ya está bien de presentar el mensaje del profeta de Nazareth como un tranquilizador de conciencia, que nos hace sentir bien, que nos asombra y nos gusta…todo eso está muy bien, pero si no nos lleva a actuar, a movernos, a buscar la justicia, no sirve absolutamente para nada. Debemos ser evangelios con patas, que traten de mejorar el mundo que nos rodea, y para ello hay muchas maneras, desde una sonrisa, hasta un gesto de cariño…pero también un golpe en la mesa y una voz bien alta para denunciar aquello que no está bien. Esto, como es lógico, nos puede traer enfrentamientos, malas caras, gestos de desaprobación, etc…es normal porque lo que impera es la pasividad, que no es otra cosa que un disfraz de la mediocridad y cobardía. Al pan, pan y al vino vino….Palante