Lucas 11: 42 - 46, MIércoles 17 de octubre

EVANGELIO:

Pero, ¡ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello.
¡Ay de vosotros, los fariseos, que amáis el primer asiento en las sinagogas y que se os salude en las plazas!
¡Ay de vosotros, pues sois como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!»
Uno de los legistas le respondió: «¡Maestro, diciendo estas cosas, también nos injurias a nosotros!»
Pero él dijo: «¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos!

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

¿ Qué queréis que añada? ¿ Qué queréis que comente?  Este Evangelio es más actual que ninguno.

No se que me sorprende más en estos días que estoy viviendo; la falacia a la que juegan Mas y Rajoy con la independencia Catalana, haciéndonos desviar la atención como si fuéramos gilipollas, como si así nos olvidáramos de que nos toman el pelo cada día y a cada hora, lo de los obispos; que no han abierto la boca por los recortes, los parados, los que no tienen que llevarse a la boca, por los que viven sin futuro y esperanza, y si abren la boca para opinar de la independencia catalana. O la señora de Borbón que se va a Bolivia a un hotel en la Paz de todo lujo, alguien se ha parado a decir a esa señora que es el país con más violencia del mundo, que han tenido que poner militares en los bus porque la situación es dramática, que la mayoría de la población está bajo el umbral de la pobreza, de qué se ríe esta señora en Bolivia, o hablando de la Paz, el mal chiste de conceder en nobel de la paz a la Unión Europea, ya era malo el chiste de Obama, pero el de este año es un chiste malísimo, se creen que somos tontos, alucino… no se que me sorprende más todo esto o que la Esteban se ha puesto tetas nuevas.  Ya está bien, fariseos del siglo XXI, acomodados y legalistas, que cargáis con pesos insoportables a los mismos de una forma injusta y desmedida.

No podemos ser una Iglesia que se relacione con suma facilidad con los poderes políticos y económicos pero, tristemente, tenga dificultades  para acercarse a los pobres, marginados, a los que no cuentan dentro del mundo. Los pobres deben marcar las decisiones de nuestro caminar, la fusca lo tiene claro. P´alante