domingo, 8 de febrero de 2009

lunes, 9 de febreo. Mc 6, 53-56

EVANGELIO:

Atravesaron el lago y llegaron a la tierra de Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. Tan pronto como bajaron de la barca, la gente reconoció a Jesús. Recorrieron toda aquella región, y comenzaron a llevar enfermos en camillas a donde sabían que estaba Jesús. Y dondequiera que él entraba, ya fueran aldeas, pueblos o campos, ponían los enfermos en las plazas y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su capa. Y todos los que la tocaban quedaban sanos.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
- Jesús tocó tierra en Genesaret y atracó.
Al estilo de Jesús a los cristianos, con frecuencia, nos hace falta tocar tierra y ver cuáles son los sufrimientos de la gente, cuáles sus preocupaciones, sus sufrimientos y sus deseos.
A veces hacemos reflexiones tan etéreas , tan fuera de la realidad...que no tocan tierra, que no atracan en el corazón humano.
- El Evangelio recuerda también que algunos reconocieron a Jesús.
Es curioso cuando se conoce algo o a alguien se le empieza a amar y se empieza a hablar de él o de ella. Los cristianos tenemos que hablar más de Jesús . Hablar menos de leyes y de las normas morales, y más de la persona de Jesús, de sus sentimientos, de su manera de encarar los problemas y de su compasión y de su misericordia.
- Le pedían que les dejase tocar el borde del manto.
La cercanía, el acompañamiento, la caricia oportuna, un abrazo a tiempo nos hace más personas y nos reconstruye por dentro.

1 comentario:

  1. "Tocar el borde de su manto". Me gusta esta expresión tan gráfica del Evangelio de hoy... Acercarse a Jesús, tocar a Jesús, aunque sólo sea muy en periferia cambia la vida, sana la enfermedad, renueva la vida... Sin embargo, qué difícil nos resulta a veces tener nuestro corazón cerca de Él. Más bien estamos en la periferia, pienso que incluso lejos de poder "tocarle siquiera el manto"... ¡Cuánta fe tenía en Jesús aquella gente que le seguia por donde fuera, pueblos, aldeas o campos! Le pido al Señor en este lunes que nos aumente la fe, para reconocer en Él al único capaz de darnos la verdadera vida.

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