lunes, 9 de febrero de 2009

Mc 7, 1-13. Martes 10 de febrero

EVANGELIO:

Se acercaron los fariseos a Jesús. Y al ver que algunos discípulos comían con las manos impuras (…) los fariseos y los maestros de la ley preguntaron a Jesús: “¿ por qué tus discípulos no siguen la tradición de nuestros antepasados? ¿ Por qué comen con las manos impuras?” Jesús le contestó: “ Bien habló el profeta de lo hipócritas que sois, cuando escribió: “ este pueblo honra de labios afuera, pero su corazón está lejos de mí. De nada sirve que me rinda culto, pues sus enseñanzas son mandatos de hombres”. Porque vosotros os apartáis del mandato de Dios para seguir las tradiciones de los hombres”. También les dijo: “ vosotros, para mantener vuestras tradiciones, pasáis por alto el mandato de Dios. Pues Moisés dijo: “ honra a tu padre y a tu madre” y “ el que maldiga a su padre o a su madre, será condenado a muerte”. Pero vosotros afirmáis que un hombre puede decirle a su padre o a su madre: No puedo socorrerte, porque todo lo que tengo es (…) “ ofrecido a Dios”; y también afirmáis que ese hombre y ano está obligado a socorrer a su padre o a su madre. De esa manera invalidáis el mandato de Dios. Y hacéis otras muchas cosas parecidas”.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Son los fariseos los que se acercan a Jesús, no para escuchar y aprender sino para poner zancadillas. En este relato para decirle que sus amigos comen con manos impuras… yo siempre he pensado que hay dos tipos de personas: los que se embarran y los que no se embarran. A primera vista pareciera que los puros son los que no se embarran ( fariseos), sin embargo yo sólo creo en el que se embarra, porque se complica la vida, vive a flor de piel, ama sin un “ya veremos”,camina en las encrucijadas de la vida porque allí está la verdad, ofrece su tiempo y su fuerza para que la justicia y el amor sean realidad. Por eso me encanta la gente que se embarra, que piensa con las manos y no duda echarlas al barro del día a día…. “echa una mano”, colabora, ayuda. De nada sirve, como dice el bueno de Nazareth, honrar con los labios, pero no con el corazón. Tiene que gritar el corazón…dejemos de vivir la vida mirando eternamente el retrovisor, hay que caminar p´alante respondiendo a los retos de lo cotidiano con la sonrisa alegre del que “echa una mano” sencilla y generosa.

1 comentario:

  1. Gracias por animarnos a vivir el día a día concreto desde la entrega y la alegría.
    Os invito a ver un video muy bueno, q también nos puede ayudar...
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