sábado, 21 de noviembre de 2009

Juan 18, 33b-37. Domingo 22 de noviembre. Jesucristo Rey del Universo.

EVANGELIO:
En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús:
-«¿Eres tú el rey de los judíos?»
Jesús le contestó:
-«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí¿»
Pilato replicó:
-«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
Jesús le contestó:
-«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
Pilato le dijo:
-«Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le dijo:
-«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
EL título de “rey del universo”, no es un título Evangélico, Jesús jamás se pondría ese título, ¡ que va! La fiesta la pusieron en 1925, intentando que los estados reconociesen la supremacía de Jesucristo y de paso que los que están sentados en la poltrona también tuvieran sus títulos y privilegios, que a ellos se les trate como príncipes de la Iglesia. Que auténtica desfachatez y antievangelio.
Si es rey, rey de los burlados, azotados y entregados, condenados y quemados, señalados y acosados injustamente. El es testigo de la Verdad: porque fue coherente, estuvo con el afligido, no condenó y si esperanzo a muchos, elige el último puesto, no quiere inclinaciones ni besos de anillo por la calle, tampoco besa manos, ni va vestido con filacterias, sino vestido de paz y sencillez. Siempre saliendo al encuentro del desvalido.
Así uno puede ser seguidor de la Verdad. Si el Evangelio se hiciera realidad hoy, veríamos que lo hemos convertido en un T.B.O y encima poco gracioso.

1 comentario:

  1. Cuanto lamento leer en un blog de estas características críticas hacia la Iglesia como defensa del un Jesucristo que no necesita dicha defensa. No soy hombre de iglesia, pero sí admirador de Ese al que defiendes atacando a la única institución que Él fundó. Sí, la Iglesia la fundó Cristo y lo hizo sabiendo que sería regida por hombres, con sus defectos y sus virtudes, con sus malos ejemplos y sus buenas palabras y nunca deberías olvidar aquellas palabra de Jesus: "Haced lo que dicen, pero nunca hagáis lo que hacen. También ellos son hombres, como vosotros"
    Si basas tu blog en el Evangelio, copialo día a día y luego nos lo comentas, tal y como tú lo entiendes y, a la Iglesia déjala en paz. Sus dirigentes morirán, como nosotros y en ese momento Aquel que debe juzgar, que lo haga, porque también Aquel que defiendes innecesariamente nos dijo: "No juzgues y no serás juzgado"

    ResponderEliminar