lunes, 2 de noviembre de 2009

Martes 3 de noviembre. LC, 14, 15-24

EVANGELIO:
Al oír estas palabras, uno de los invitados le dijo: "¡Feliz el que se siente a la mesa en el Reino de Dios!"Jesús le respondió: "Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente. A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: "Vengan, todo está preparado".Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo: "Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes". El segundo dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes". Y un tercero respondió: "Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir". A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, y este, irritado, le dijo: "Recorre en seguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos".Volvió el sirviente y dijo: "Señor, tus órdenes se han cumplido y aún sobra lugar". El señor le respondió: "Ve a los caminos y a lo largo de los cercos, e insiste a la gente para que entre, de manera que se llene mi casa. Porque les aseguro que ninguno de los que antes fueron invitados ha de probar mi cena".
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
La preferencia del banquete son los pobres, lisiados, etc…. O sea: los que no pueden devolver la invitación. Lo que me parece más alucinante es que muchos de los que aparentemente serían invitados de honor, terminan por rechazar la invitación, Dios invita siempre pero algunos con su actitud, su vida, su comportamiento, su riqueza rechazan la invitación, hay muchos en la poltrona de la Iglesia que ya hace tiempo que rechazaron la invitación, porque se situaron al lado del poder y el prestigio. La lista de invitados de Jesús será una gran sorpresa:
o "El no dar parte de lo que se tiene es ya linaje de rapiña..., si se emplea para sí mismo más de lo que pide la necesidad, tendrá que dar cuenta rigurosa, pues lo suyo no es suyo sino de los que como él son siervos del sólo señor (San Juan ·Crisóstomo).
Es de ladrones no compartir lo que nos sobra, y es de hipócritas no compartir lo que nos sobra con los necesitados y sentarnos a la mesa de la eucaristía ( aunque se comulgue a diario) , y por último; es de cínicos no dar al pobre lo que le pertenece y estar dirigiendo la comunidad desde la “poltrona” ( más que cínico es patético).
Los banquetes, suelen ser casi siempre, expresión de armonía, de unidad. En el Evangelio hace referencia al Reino, a la invitación a entrar en el Reino de Dios. Que comulgar con estas palabras es realmente repartir ternura a nuestro alrededor ( y no ir al banquete de los poderosos). Que el único primado que tiene la Iglesia es el del amor y el servicio al necesitado; y la invitación se da desde la caridad.

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