Lc 21,25-28.34-36. DOMINGO.ADVIENTO.28 DE NOVIEMBRE

EVANGELIO:Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido. La gente se morirá de espanto con sólo pensar en lo que va a caer sobre la humanidad, porque las fuerzas del universo serán sacudidas. Y en ese preciso momento verán al Hijo del Hombre venir en la Nube, con gran poder e infinita gloria."Cuiden de ustedes mismos, no sea que una vida materializada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso, pues se cerrará como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Por eso estén vigilando y orando en todo momento, para que se les conceda escapar de todo lo que debe suceder y estar de pie ante el Hijo del Hombre."

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Es bastante sorprendente, imprevisible. Si este adviento sirve para algo, que sea para resucitar. No es fácil, pero lo necesitamos más que nunca. Creemos que va a venir el día 25 y se presenta el día 3, o el 26. Creemos que va a llegar en el templo y se le encuentra en el atrio de la parroquia, porque no pasa.
Me ha dado por pensar en el título que la fusca ha puesto a este comentario: el Evangelio no es un somnífero, y es que hay gente empeñada en seguir convirtiéndolo en PROZAC… pero hay quienes sabemos que es dinamita y por mucho que se empeñen no lo acallarán, en Adviento es el momento de proclamarlo a voz en grito.
Vigilad, para ver la realidad con ojos nuevos. Las cosas no son sólo como aparecen en los medios de comunicación, en el corazón de las personas hay más bondad y ternura.
Que tu mirada sea positiva, comprensiva, tierna y tolerante.
No ceder a la indiferencia, ver con el corazón, vivir con pasión la pequeña aventura de cada día.
Vigilar para no desatender los problemas de la gente: sufrir con los que sufren y gozar con los que gozan.
Esos gestos que aparentemente no sirven para nada: son los que sostienen la vida de las personas. Esos gestos que acompañan y sacan sonrisas