miércoles, 18 de noviembre de 2009

Jueves 19 de Noviembre. Lc 19,41-44

EVANGELIO

En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: -« ¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:
Y nos seguimos empeñando en encarnar la figura de la despistada y zozobrante ciudad de Jerusalén que hoy se ve reflejada en muchos de nuestros "pastores" que no quieren reconocer el Evangelio como norma suprema de vida, y que lo difuminan y manchan con otra serie de normas que nos complican la vida y que no nos hacen más felices sino todo lo contrario. El grito desgarrador de Jesús se repite hoy y resuena en muchas catedrales y sedes pontificias: Si al menos quisierais cambiar y reconocer que os estáis autopredicando y autoaplaundiendo, en ugar de predicarme y vivirme a mí, si al menos reconocierais que os habeis caído y que no queréis levantaros...que pena, que lástima, cuántas oportunidades perdidas de coger el tren de la autenticidad y cuántas veces se han montado en el coche de Ferrari para aparentar, salir en la foto y mostrar sus devergüenzas.
Que no decaiga el ánimo a pesar de los pesares, porque como canta el maestro Sabina: NOS SOBRAN LOS MOTIVOS...que carajo...Palante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario